Hace unas semanas, cuando entrevisté a Bustinza, le pedí que me
contara alguna anécdota de su carrera deportiva. Y esta fue, la anécdota que
Unai me contó:
“Yo empecé a jugar en el Santutxu, y
se empezaba con una prueba de nivel en la que se jugaba un partido un poco “loco”,
en un campo de arena… y se dio la casualidad de que no participé mucho en ese
partido, no estuve muy presente y en principio, yo era uno de los descartes. Al
final, hubo algunos chicos que renunciaron y hubo una segunda prueba en la que
me salió un partido mejor y pasé de hacer las pruebas en un equipo “A” en el
que me descartan, a hacer las pruebas para el equipo “B” en las que estaban
muchísimos jugadores. En ese partido jugué tan bien, que directamente me
hicieron un hueco en el “A” y… bueno, es curioso que casi por un partido, te
puede determinar todo, el que no te den esa oportunidad de jugar en el Santutxu, que es
un Club bueno allí en Bilbao... Esto fue cuando yo tenía 7 años, hice dos años
allí y ya fui al Athletic, donde entré en el año 2000 con Sabin Merino, que es
de mi edad y empezamos juntos allí. Y luego ya pues bueno, en el Athletic
empecé a tener una vida muy dedicada al fútbol, siempre tratando de no dejar de
lado los estudios, pero la verdad que sacrificada, muy sacrificada. Pero bueno,
no menos sacrificada que la que han tenido otros compañeros míos que no han
tenido la suerte de poder jugar en Primera División o poder dedicarse a esto.”